domingo, 29 de agosto de 2010

Concierto de violin, un remanso de paz para mi espiritu.

Está semana fue de esas con mil de trabajo y baja fuente de energía. No sé como explicarlo pero mis pilas no se andan recargando muy bien, por más que intento no tengo muchas ganas de hacer nada y lo peor es que hay mucho trabajo por hacer. Odio sentirme de esta manera, me gusta ver las cosas de la manera más positiva posible y echarle ganas, pero con tantas malas noticias y hechos aberrantes mi espiritu se esta viendo rebasado.

La situación en mi ciudad esta cada vez más peligrosa, todo se esta complicando y vivir en paz prácticamente en una hazaña imposible, todos los días malas noticias, muertes, alarmas de nuevas estafas, desconcierto y gente echando a perder su vida y la de los demás, y nos preguntamos, ¿Cuándo va a acabar esto? Y nosotros mismos nos respondemos que lejos de visualizar una mejora, toda va de mal en peor. Estamos perdiendo el principio que todo hombre defiende desde lo más íntimo de su ser, LA LIBERTAD.

El jueves terminé mi jornada laboral cerca de las 8 de la noche, una amiga me había invitado a un concierto donde habría un solo de violín muy recomendable, la verdad acepté la invitación con afán de abolir ese sentimiento de tristeza que estaba chupándome la energía y que tenía que expulsar lo más rápido posible. El concierto empezaba justo a las 8 de la noche así que por poco y termino llamando para cancelar, además ese día mis amigas me habían comentado que el torneo de boliche se había cancelado por que un grupo armado había irrumpido justo la noche anterior en el lugar donde se lleva a cabo y que así como ese lugar en muchos otros establecimientos que habían pasando por lo mismo, así que me puse muy nerviosa que algo pasará acá. Luché con mi cabeza y terminé haciendo a un lado mi miedo y me dijé a mi misma que disfrutaría el momento por que me lo merecía y dejaría que mi cuerpo y mi mente aprovecharan de esa música, a gritos necesitaba reconectarme con mi misma y para lograrlo necesitaba relajarme y partir de cero.


La velada resulto increible, aunque moría de cansancio mi cuerpo se reactivo de manera casi instantanéa y sentí como cada musculo entumido por la presión volvía a su forma original, ayudando a mi mente a olvidarse de todo y vivir el momento. Es increible el poder de la música y todo lo que puede influir en un estado de animo, en mi caso creo que fue un acierto total asistír a este concierto, si bien mi situción emocional no cambiará de la noche a la mañana, si me permitió olvidarme un rato de todo y dormir esa noche con absoluta tranquilidad, por lo pronto creo estar más tranquila, el hecho de escribirlo es una terapia para mi y estoy tratando de ayudar a mi mente a apoyarse en elementos que me hacen sentir bien para aceptar la situación que estamos viviendo con la mayor tranquilidad posible, como en otro blog había comentado lo único que podemos hacer por ahora, es trabajar de forma individual, hacer cambios significativos en nuestra vida y la de nuestra familia, analizar que valores hemos perdido y reincorporarlos, nunca pero nunca es tarde para empezar de nuevo, Yo tengo Fé y ella mueve las más grandes montañas.



Paz y amor donde te encuentres.

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