jueves, 13 de agosto de 2009

La màgica conexiòn entre leer y escribir.


Ayer se reinició el taller de escritura después de dos meses entre si se retomaría el proyecto o no. Estamos muy contentos por que independientemente de todo, es un placer que en nuestra ciudad exista este tipo de espacios que fomentan la cultura y permiten la expresión de personas que simplemente comparten el gusto por escribir.

Fue toda una sorpresa leer algunos de los escritos de mis compañeros, se nota claramente su crecimiento. La mayoría iniciamos en este taller simplemente por que nos gustaba poner nuestras ideas por escrito y para mi gusto resulta que se han ido puliendo los diamantes en bruto.

Hace unos meses leí un artículo relacionado con la explosión actual de “escritores”, hablaba de que ahora todos queremos escribir y que pocos leer Escribir y leer van de la mano, no podemos separarlos, leer enriquece tu vocabulario, tus sentidos, tus vivencias, y tu imaginación. Lo que pretendo decir es que no por que leas vas a ser un buen escritor, pero difícilmente podrás ser un buen escritor sino lees. Leer es una fuente inagotable de inspiración y este taller me lo deja como prueba absoluta, la mayor parte de mis compañeros son excelentes lectores, prácticamente devoradores de libros y en verdad tienen una cultura increíble que les permite tocar más temas, soportar sus ideas con un abanico enorme de palabras y sobre todo que entienden los diferentes sabores de la escritura.

Yo por mi parte diré que mis avances han sido muy pobres y muchas veces me siento totalmente desencanchada del resto de mis compañeros, la verdad soy una lectora muy Light y no por falta de gusto sino de tiempo, siempre tengo un libro a un lado de mi cama y por lo general antes de dormir leo con el fin de relajarme un poco. Pero he aprendido que escribir es un arte que si se pretende hacer bien conlleva tiempo, y preparación, así que ahora me golpeo a la cara la realidad de que pasar de simple aficionada a ser un escritor con mas formalidad requiere de talento, preparación y sobre todo tiempo, tiempo para estudiar, tiempo para echar a volar la imaginación, tiempo para leer, y bueno eso es justo lo que ahora no tengo, por lo menos para dedicar a esta parte que en mi vida sigue siendo un pasatiempo. A pesar que disfruto el taller totalmente y mejor aún que aprendo muchísimo de mis compañeros, sino fuera por Carlos desde hace un tiempo me hubiese desprendido de el, en definitiva Carlos es mi lazo y no me deja que abandoné totalmente el barco, cosa que le agradezco, por que se que por alguna razón este taller llego a mi, veremos si el futuro me da la razòn.


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