Experimentando con desayunos orgànicos

El menù de hoy, huevo estrellado encima de pan integral con semillas y bañado en salsa de tomate con albacahar recien cortada : )

Recordando lo vivido

Tengo días pensando en el tiempo que estuve en Canadá, hoy amaneció nublado y la melancolía trajo más recuerdos a mi mente.

Fue un tiempo tan bueno, de tanta claridad. Me di cuenta que yo era mi mejor compañía, muchas tardes las pasé encerrada en mis pensamientos, y acepte que era un lugar donde yo  me sentía totalmente cómoda.

Soñé tanto despierta mientras se metía el sol entre las aguas del río Ottawa,  viajando en autobús de regreso a casa,  dándole de comer a los patos y viendo nadar a los perros en el agua helada, escribiendo sentada en una banca cerca del canal, escuchado a un grupo callejero ensayar, y siempre él conmigo, la ilusión de su amor llenaba mi corazón, el mundo me parecía más pequeño, en ese tiempo lo ame más que nunca.

Agradecía todos los días por esa oportunidad, ver cosas que ni idea de existían, aprender palabras nuevas, ver rostros tan diferentes a los que tenía en costumbre, escuchar los ruidos de los pájaros, idiomas que no entendía, ver pasar gente tan lejana a mi pasar frente mío.

Lo pequeño era grande, como disfrutar el haber acabalado la pizza del viernes por la noche, reír a carcajadas mientras caminábamos al mall con unos cuantos dólares en la bolsa para tomarnos un café, comprar en una rebaja una mega bolsa que me tapara las pompas sólo para darles en el avión a mis vecinos que se pasaban de lanzas cuando tenía que pasar frente de ellos y me comían viva.

Leí más libros que en toda mi vida en un rincón de la biblioteca pública, viaje a lugares remotos y viví experiencias increíbles convirtiéndose en la protagonista de esas historias.

Poco conocí de las personas, mucho conocí de mi misma.