martes, 6 de mayo de 2008

Era el kilómetro 19 de carretera a Mafalda digo a Májalca, el cielo lucía un hermoso tono azul profundo, pocas o nulas eran las nubes que escondían al sol radiante de la media tarde, cuando nuestro intrépido conductor Víctor tubo que hacer una maniobra descomunal que fue bajarse de la troca después de que vio volar una llanta. Incrédulo con las manos en la cintura y una cara atónita que aún no daba crédito a lo que estábamos viviendo nos aseguro que se nos había salido una llanta de la troca, cosa que todos los tripulantes de la caja corroboramos perspicazmente. Vero apresuradamente grito… anda no???? y justo ese fue el instante en que nos encararnos con la cruel y llana verdad estábamos en el único rincón del mundo que no tenía señal de celular toritooooooooooooooooooo!!!! Nada podíamos hacer más que esperar, quizá nuestro final sería ser devorados por los zopilotes que no tardaron en llegar y echarnos el ojo según la versión de la amiga Ivonne. Raúl y Víctor desesperados por la situación decidieron separarse del grupo para buscar una señal para nuestro auxilio, así que nos despedimos de nuestros intrépidos compañeros pensando que quizá ese sería el final de sus días, que morirían en medio de la nada quemados o devorados por horribles depredadores.

Los demás integrantes del grupo quedamos a nuestra suerte en medio de la nada, el sol era abrasador, la tierra áspera y acostumbrada a nunca beber agua. Las cosas se complicaban a cada segundo todo se tornaba cada vez más grave y en cualquier momento nos podríamos quedar sin hielo para las cervezas, cosa que resultaría trágico ya que se calentarían nooooooo!!! Verónica valiente y determinada tomó una decisión de vida o muerte bajar las hieleras de la troca y así resguardar nuestros mas valiosos tesoros en un pequeño árbol que apenas alcanzaba con sus ramas secas y gastadas a dar un poco de sombra. Los minutos pasaban segundo a segundo y nuestros rostros no daban crédito a lo que estábamos viviendo, quizá nunca más volveríamos a ver a nuestras familias, ha utilizar un inodoro o peor aún a visitar el lugar de los grandes eventos sniff, sniff. Fue entonces cuando a lo lejos un ruido nos hizo salir de nuestros más profundos pensamientos, era un motor que se encaminaba por el sendero de nuestra desgracia, no sabíamos que esperar si alegrarnos o pensar que ese era el final. Nada teníamos ya que hacer más que esperar que ese vehiculo llegará a nosotros cosa que no tardó mucho y cuestión de minutos algunos hombres de aspecto áspero, rudo y matón estuvieron ante nuestra presencia, el buen Rich salió a la carga y pidió ayuda para ser llevado al pueblo más cercano que quedaba a unos kilómetros de allí, fue un momento decisivo el cual Rich tuvo que encarar, no tenía mas solución que dejar a las tres indefensas, tiernas y hermosas chicas al acecho quizá del siete pilas o que sé yo.

Los nervios nos acababan Rich se había ido sin dejar rastro, sólo teníamos su sleeping como prueba que alguna vez había estado con nosotras, de repente una corazonada nos desmorono, pobre Rich quizá él era el que había caído en la trampa voraz del siete pilas. Vero y yo simplemente estábamos a punto del colapso, nos deshidratábamos drásticamente y decidimos abrir nuestro más valioso tesoro, hablo de las cervezas, esas que como fieles guerreras nos acompañaron en los momentos de más incertidumbre y desdén, esas que valientemente se entregaron hasta la última gota a la causa de volver a hidratar nuestros cuerpos maltratados por las altas temperaturas que incitaba el ardiente sol. De repente a lo lejos alcanzamos a ver unos pobres cuerpos pertrechos. Sí, eran Víctor y Raúl que volvían de su tan temida hazaña, están vivos!!!!!! grito Ivonne con sus ojitos llenos de lagrimas por la alegría, eso si, regresaban sin haber echo una chingada por que no encontraron señal en las lejanas tierras donde se internaron. Todas temíamos a lo que verían nuestros ojos cuando nuestros amigos llegaran hasta donde estábamos, de repente sorpresa Víctor estaba ante nosotras rozagante como una mandarina y Raúl con quemaduras de tercer grado pero con vida aaaaaaaa hermosa vida!!!! Todo estaba ya en manos de Rich y el siete pilas, rogábamos al cielo que el siete pilas fuera clemente y le diera un descansito a Rich para acudir a nuestro auxilio y así pasaron las horas una a una. La tarde estaba por cerrar un día más, cuando Súper Rich llegó en una camioneta azul con el hombre que salvaría nuestras vidas por la módica cantidad de $2000.00 creo que de todos ese fue el peor susto que sufrimos, después de echar mecánica y de escuchar la versión terrorífica del hombre de la troca azul diciendo que el eco no contestaba hasta la noche hemos estado de vuelta en casa para la cena.

Después de esta historia con algunas cosas que se apegan a la realidad vivida por estos viajeros excursionistas y otras más inventadas y exageradas por su servilleta( sobre todo la del siete pilas, sorry Rich jajaja), no queda más que agradecer a todos los actores de esta aventura por su gran disposición para divertirse ante la adversidad y tomar las cosas con toda la calma posible, la mayoría de ellos miembros distinguidos de gallitos anónimos los cuales haciendo honor a su lema no se encabronaron en la dura prueba jajaja, igual a Vero y Vic que cabalmente se portaron cuales gallitos anónimos Felicidades por ese gran logro. De verdad que buena aventura vivimos y sobre todo de la forma en que fue concluida con una riquísima cenita y una agradable velada donde se integro la buena Susy Fiuuuu agregada cultural por merito propio al gran proyecto que es siete – uno. Amigos sin más integró para ustedes las fotos de tan preciada experiencia. Los Quiero, fiuuuuuuuuu!!!!! MAYA miembro activo de gallitos anonimos